¿Qué color se te viene a la mente cuando visualizas tu ciudad favorita? ¿Es un tono que te recuerda al clima, a los edificios, o tal vez a la ropa característica que se usa? Es este deseo, de destilar la atmósfera de un vecindario en unos pocos colores, la esencia de nuestra reciente colaboración cromática. Nos asociamos con The Hoxton, la cadena internacional de hoteles que posee una reputación por celebrar la singularidad de cada una de sus ubicaciones a través del diseño de interiores. Trabajando con el equipo de diseño interno del hotel, AIME Studios, hemos creado The Hoxton x Bauwerk Neighbourhood Collection, una línea exclusiva de nueve pinturas a la cal totalmente naturales. La colección captura el aspecto y la sensación de cuatro destinos icónicos de Hoxton: Berlín, Edimburgo, Ámsterdam y Barcelona, con paletas inspiradas en las calles y las personas de cada vecindario. Desde el cálido tono melocotón de las calles junto al mar de Poblenou en Barcelona hasta la decadencia de los años veinte en el distrito de Charlottenburg en Berlín y más, cada tono ha sido seleccionado cuidadosamente en honor al carácter subyacente de algunas de las zonas urbanas más queridas de Europa.

La creación colaborativa de colecciones de colores representa un giro interesante en el proceso creativo típico para Bronwyn Riedel, la cofundadora de Bauwerk. Todos los colores en la paleta de Bauwerk fueron creados por Bronwyn, generalmente en un proceso solitario. Al igual que un artista pinta, Bronwyn se inspira en los colores; los ve, los siente y los crea. Pero cuando se trata de estas colecciones especiales, es una aventura en compañía. Alguien más aporta la visión, y Bronwyn convierte sus ideas en una paleta de colores, a menudo a través de muchas iteraciones. Se trata de encontrar ese punto óptimo entre lo que están buscando, lo que resonará con los clientes y lo que vale la pena llevar al mercado. "Eso es lo importante para mí en una colaboración de colores, que hago los colores para ti y también trato de conectarme con tu percepción acerca de los colores que estamos creando", reflexionó Bronwyn. "Los mejores colores son matizados, y es la sutileza lo que los hace perfectos. Por ejemplo, un rosa puede ser cualquier cosa, pero siempre trato de sustentarlo con tonos terrosos o algo que brinde un poco más de carácter. Me entrené como pintora, así que traigo una mirada de artista de el color. No soy una técnica que crea un color en un laboratorio. Sino que desarrollo un sentimiento por el color. Utilizo mucho mis instintos en todo lo que hago"